1930s
AFRONTANDO LA GRAN DEPRESIÓN
Tras el desplome del Dow Jones un 89 % y la nueva realidad de un hundimiento económico, Harry y Walter realizaron ajustes rápidamente para satisfacer la demanda de un mercado menguante. Con el fin de conservar todos los puestos posibles de los empleados del momento, se activó un recorte salarial para todos los propietarios y empleados. La Bankers Box Company, empática con los tiempos difíciles, también comenzó con la práctica de proporcionar sopa y café gratuito todos los días. Con los bancos en peligro, que eran el principal cliente de la empresa, la Gran Depresión aceleró los esfuerzos para crear una base de clientes más diversa y de mayor alcance. Para lograrlo, Folger ―el hijo mayor de Harry― abandonó la universidad en su último año para ayudar a su padre a ampliar las regiones comerciales. John, el otro hijo de Harry, se incorporó muy poco después a la empresa. A finales de la década, la empresa logró una cifra récord de pedidos y recobró su auge, si bien un nuevo desafío se asomaba en el horizonte: la Segunda Guerra Mundial.