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LA HISTORIA DE NUESTRAS MARCAS


Cada generación ha aprovechado con gran derroche de imaginación las oportunidades más acertadas para el momento, con el fin de mejorar la actividad comercial. Los principios que Harry Fellowes asentó durante la primera parte del siglo XX se han respetado y preservado fielmente:

  • • Creer en el valor y en la dignidad de todos los empleados.
  • • Compromiso con la integridad en todas las operaciones empresariales.
  • • Una pasión por la innovación, que da como resultado productos de calidad, utilidad y valor superiores.
  • • Un compromiso con la mejora continua.
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Primera generación:

1917-1952

Harry Fellowes fue el patriarca de la familia que se vio obligado a abandonar el colegio a la edad de 14 años para aprender el oficio de sastre de la mano de su padre. A la edad de 31 años, ya había montado su taller de sastrería y confección de trajes, al que llamó H. L. Fellowes & Company, Sastrería a medida, en el centro de Chicago.

Como hombre extrovertido y curioso por naturaleza, tomó la iniciativa de presentarse a un joven empresario que alquilaba una oficina cerca de su sastrería. Este joven era Walter Nickel y había creado un novedoso archivador para guardar los registros de transacciones realizadas por los bancos, como por ejemplo, cheques cobrados y resguardos de ingresos emitidos por el banco. Este archivador estaba hecho de cartón corrugado, tenía una cinta para atarlo y un cierre de botón para proteger los documentos, además de una etiqueta identificativa para señalar los documentos que contenía. Era liviano, pero lo suficientemente resistente para cumplir con su función. Harry Fellowes estaba intrigado con esta invención.

Una mañana de primavera de 1918, Harry Fellowes vio al joven Nickel recoger su oficina para marcharse. Se enteró de que el joven Nickel había sido reclutado para combatir en la Primera Guerra Mundial. Rápidamente zanjó una oferta: Harry Fellowes le compraba al señor Nickel su negocio por 121,40 USD, que era aproximadamente el valor del inventario. Fellowes tuvo la intuición de que dedicarse al negocio de elaborar archivadores de documentos de un tamaño apto para la banca que había emprendido el señor Nickel sería más rentable que su sastrería a medida y la cerró. Cuando Walter Nickel regreso de la guerra seis meses después, en diciembre de 1918, se incorporó al negocio en calidad de accionista minoritario de la recientemente creada Bankers Box Company.

Harry Fellowes era algo más que un hombre con suerte. Su valoración sobre el potencial del archivado de registros no fue errada, y su intuición tampoco. La recientemente aprobada ley de recaudación de impuestos trajo consigo un endurecimiento de la normativa de la contabilidad. Por eso aplicó su imaginación y su tesón para comercializar el archivador a bancos y otros comercios por la región Medio Oeste de Estados Unidos. Bautizó a su archivador llamándolo «Liberty» como símbolo del espíritu patriótico que se respiraba en aquellos tiempos. Lo anunció en diarios y revistas en los que incluía un vale canjeable a vuelta de correo por un archivador de prueba gratuito.

Las cajas "Liberty" de bajo coste resolvieron la creciente necesidad de las empresas de organizar sus archivos inactivos
Harry Lamar Fellowes
Primer Presidente de
Bankers Box Company
Esta joven empresa pronto maduró

gracias a la resistencia del novedoso archivador «Liberty»...

y al hecho de ofrecer una solución rentable a un problema acuciante. Con la imagen de su padre cargando los archivadores Liberty en el maletero cuando se iban de vacaciones en familia, los hijos de Harry, Folger y John, se ocuparon de seguir promocionando sus productos. Cuando llegaban a una ciudad, mientras los niños se iban a por un helado, Harry Fellowes visitaba el banco local, ensalzaba las propiedades de su producto y les dejaba un ejemplar de prueba gratuito. Alentado por el éxito del archivador Liberty, el señor Fellowes decidió alterar su estrategia de venta y aprovechar la distribución que ya hacía una serie de proveedores de material de oficina líderes en el sector. Durante los años 30, Bankers Box Company fue paulatinamente convirtiéndose de una firma regional en un fabricante nacional, al ir penetrando en una red de distribuidores que llevaban inventarios locales de archivadores para bancos y comercios.

El hundimiento de la economía estadounidense que produjo la Gran Depresión supuso grandes penurias para todas las empresas nacionales. Bankers Box Company se vio obligada a recortar la nómina de sus empleados varias veces, no obstante la empresa retuvo a sus trabajadores aunque la demanda de productos hubiera mermado. En 1932, Folger, uno de los hijos de Harry, abandonó sus estudios para ayudar a su padre a vender sus productos. En 1938, le siguió John, su otro hijo. Pero unos años más tarde ambos fueron llamados a filas durante la Segunda Guerra Mundial. Harry Fellowes no cejó en su empeño y su negocio sobrevivió. Una vez concluida la guerra, Folger y John, retomaron el negocio familiar y comenzaron una transición escalonada hacia un liderazgo de segunda generación.

Con un fuerte enfoque de servicio al cliente orientado a siempre cumplir con entregas de pedido a tiempo
La primera línea de producción fue hacia el año 1.925
Segunda generación:

1952-1983

Los responsables de la segunda generación se dividieron según su talento. Folger Fellowes era el más extrovertido de los dos y como tal se sintió más atraído por la venta. Su hermano John había preferido desde el principio la fabricación y el lado administrativo del negocio. Trabajaban codo con codo, uno ocupándose del negocio puertas para fuera y el otro de puertas para dentro. Este reparto de tareas parecía funcionar a las mil maravillas, tanto en lo profesional como en sus vidas personales.

Folger Fellowes se convirtió en el «rostro» de la empresa para la mayoría de sus clientes. Con una oferta desde el principio de «distribución exclusiva» a un distribuidor por cada mercado geográfico, la firma expandió su distribución a la larga a múltiples distribuidores y mayoristas en mercados por todo EE. UU. Para 1950, Bankers Box Company contaba con una importante flota de vendedores y una distribución nacional que le convertía en líder del mercado de sistemas de almacenamiento de archivos.

H. Folger Fellowes
John E. Fellowes
Mientras tanto

John Fellowes se seguía encargando de la fabricación,

a la que fue aplicando métodos más avanzados y un sistema de reposición de existencias que hacía que el inventario siempre estuviera equilibrado. Instaló sistemas y procedimientos para la administración de negocios e introdujo el esquema de reparto de beneficios. En 1956, la empresa trasladó su incómoda producción de la nave con varias plantas que tenía en Chicago a una fábrica de 2787 m2 con oficinas en Franklin Park, Illinois. Unos años después, se abrió una pequeña planta de producción en Anaheim, California. A esta le siguieron otras plantas regionales de fabricación en Cranbury, New Jersey; Dallas, Texas; y Atlanta, Georgia.

James (“Jamie”) Fellowes, el hijo de John y nieto de Harry, se incorporó al negocio en 1969. Unos meses después, Folger Fellowes sufrió un infarto repentino que le causó la muerte. Aunque la pérdida de Folger Fellowes supuso un duro revés para el negocio familiar, el nuevo equipo formado por padre e hijo se ocupó de todas las tareas en años venideros, lo que ocasionó una oportuna expansión de la cartera de productos de la empresa, acompañada de un mayor alcance geográfico, al establecer filiales en Canadá y en Reino Unido. Cuando le llegó el momento de jubilarse a John Fellowes en 1983, Jamie Fellowes heredó de su padre la presidencia de la empresa, comenzando así el liderazgo de la tercera generación en el negocio familiar.

Tercera generación:

1983-2014

A finales de los 70, la micrografía y la tecnología digital empezaron a cambiar la manera en la que funcionaban los negocios en Estados Unidos. Ya que estas tecnologías tendían a limitar la necesidad de rellenar formularios por escrito para luego tener que guardarlos. Pero no hay que olvidar que también abrieron paso a nuevas oportunidades. En 1982, la empresa, por primera vez, se aventuró más allá de los archivadores de cartón corrugado y de las gavetas. Como paso natural al almacenamiento de archivos, la empresa introdujo una línea de destructoras de papel hechas en Alemania bautizadas como «Fellowes» ampliando así la oferta de soluciones de gestión de archivos con nuevos productos. Un año después, la empresa compró una sistema de archivado de plástico (PVC) destinado a negocios para guardar microfichas y discos flexibles. Ambas gamas introducidas se vendieron bien y posibilitaron una rápida expansión en los siguientes veinte años, en los que fueron apareciendo nuevos productos y se adquirieron más de 25 empresas dedicadas a las amplias categorías de la fabricación de maquinas de oficina y de accesorios informáticos.

Este cambio y esta versatilidad en su cartera de productos llevaron a la empresa a cambiar su nombre corporativo a Fellowes Manufacturing Company, pasando a retener Bankers Box como marca de sus soluciones de archivo y almacenaje. En las siguientes décadas, Fellowes se fue haciendo con el liderazgo del mercado de destructoras de papel, maquinaria de plastificado y guillotinado, accesorios informáticos, soluciones para la organización del entorno laboral y accesorios de tecnología móvil como «Body Glove», junto con la ahora reconocida marca Bankers Box.

A finales de los 80, la empresa estaba creciendo a pasos acelerados, pero afrontaba desafíos igual de grandes para gestionar este rápido crecimiento. A los desafíos se sumó el gran cambio que estaba experimentando el sector de los productos para oficina, originado por la aparición de los grandes almacenes de productos para oficina. Estas grandes superficies supusieron una enorme presión a la hora de fijar precios y evaluar la rentabilidad. En este momento crucial, Jamie Fellowes pidió a su hermano Peter que le ayudará a llevar la empresa.

Peter, doctor en lengua inglesa, había optado por la vía académica. A sus cuarenta y pocos, su carrera académica había pasado de la enseñanza en las aulas, a las oficinas del decano universitario. Es decir, a Peter le esperaba una carrera académica de lo más prometedora. Sin embargo, Peter Fellowes sintió la llamada de la familia y acudió en auxilio de su hermano incorporándose al negocio familiar en 1989. Varios años después, ocupó el cargo de Presidente de la empresa, con su hermano Jamie en la función de consejero delegado. Los hermanos trabajaron juntos con eficiencia.

El sector en los años ochenta y noventa partía de un funcionamiento a precios abaratados para soportar la presión de fijación de precios a la que sometía el mercado. En un principio, se toparon con la cruda tarea de tener que desmantelar ciertas estructuras y formas de hacer negocios para adaptarse a las nuevas reglas del mercado.

A fin de abaratar los costes, se vieron obligados a centralizar de nuevo la fabricación y la distribución de cinco plantas regionales a una producción consolidada en Itasca, Illinois. Al apalancar los volúmenes de la fabricación centralizada, la empresa empezó a transformar por primera vez láminas corrugadas en cajas, al adoptar la técnica del troquelado, la impresión y las tecnologías de plegado y encolado. También se aventuró en la fabricación de alambre, de moldeado por inyección y otras tecnologías para mejorar la calidad y abaratar los costes de sus productos. Empezó a diseñar y fabricar sus propias destructoras de papel e introdujo la primera «destructora de uso personal» del mundo (PS30/50) en 1990. La automatización gracias a la tecnología robótica redujo los costes en muchos procesos de fabricación. En 1990 también se introdujo Advantage Fellowes: un nuevo concepto en la mejora de procesos para impulsar una mejor calidad a menor coste en procesos de trabajos repetitivos. Estas medidas dieron su fruto y la empresa siguió creciendo y manteniendo unos beneficios sólidos, a pesar de sufrir la presión de la fijación de precios.

Jamie & Peter Fellowes

Expansión geográfica de la empresa.

Con su estrategia de ubicar start-ups en emplazamientos sin explotar y a través de varias adquisiciones estratégicas, el negocio Fellowes se expandió por Europa, Australia, Asia y África. En las primeras fases, las empresas extranjeras funcionaban de manera muy distinta en cada país; tenían distintos productos «adquiridos», diferentes tecnologías de fabricación y métodos y filosofías bastante incongruentes. El panorama empresarial internacional más bien se asemejaba a una agrupación de negocios más o menos relacionados, que a una sociedad internacional compenetrada de negocios.

En 1994, la empresa marcó nuevas coordenadas: crear una sola empresa para todo el mundo. Fellowes vendería exactamente los mismos productos, con las mismas marcas fabricadas en una única planta global, pero con cadena de suministros allá donde operara. Para ello establecería una plataforma de tecnología y una filosofía para su negocio internacional. Lograr esta visión se presentaba como una empresa magnánima. Retos aparte, el viaje empezó y la visión se materializó al fin y al cabo con elevadas ventajas operativas.

Peter Fellowes se jubiló definitivamente en 2006, dejando la dirección bien cubierta por la siguiente generación. John Fellowes II, en representación de la 4.ª generación, ya se había incorporado al negocio familiar con dedicación plena desde 2001. Aprendió a marchas forzadas el funcionamiento de todo el negocio y se le preparó para que emprendiera la dirección ejecutiva de la empresa. En 2012, asumió la presidencia. En esta última década de liderazgo de tercera generación, John desempeñó un papel fundamental en la forma y tamaño que Fellowes tiene hoy en día.

17

Actualmente Fellowes opera desde 18 filiales en todo el mundo

50%

Casi el 50% de sus ingresos provienen de fuera de los EEUU

Opera como una compañía global cohesionada con tecnología que genera visibilidad y conectividad para todas las partes.
Cuarta generación:

2014-HASTA HOY

En junio de 2014, Jamie Fellowes celebró sus 50 años en el negocio familiar, desde sus comienzos como operario de producción en la línea de ensamblaje de Bankers Box en 1964. Eligió esta fecha señalada para convertirse en Presidente no ejecutivo del Consejo de Administración, cediendo a John Fellowes II el puesto de consejero delegado.

Fourth Generation CEO John Fellowes and Jamie Fellowes,Chairman of the Board
1917-2017

Celebración de nuestro centenario

Este liderazgo ejecutivo de cuarta generación aúna una forma de pensar más moderna con la experiencia y sabiduría de los más veteranos. Fellowes está hoy en día en buena posición para continuar lo que lleva haciendo bien durante casi cien años: adaptarse, cambiar y crecer. La empresa sigue centrándose en sus competencias centrales con iniciativas de mejora continua de abajo hacia arriba, al tiempo que desarrolla nuevas capacidades y establece nuevos mercados.

Con la llegada de la tecnología digital, no se espera que los mercados «centrales» de soluciones de archivo y maquinaria de oficina para destruir, encuadernar y plastificar documentos crezcan actualmente tanto como estas categorías lo hicieron antaño. Si bien es cierto que en todas las oficinas se sigue usando papel y que sigue proporcionando una base duradera para el negocio. Las nuevas oportunidades de crecimiento en toda una gama de productos destinados a impulsar la salud y la ergonomía en el entorno laboral están proporcionando sólidas oportunidades de crecimiento para la empresa.

Los principios sobre los que Harry Fellowes estableció el negocio continúan operando de manera eficaz para crear un ambiente y una cultura de trabajo en la que la innovación florezca y los empleados estén motivados con ofrecer a los mercados globales productos de calidad, utilidad y valor superiores.
Cronología interactiva:

1917-PRESENTE